Quiero que le pongáis cara.
Para que nos duela más.
Por si no volvemos a verle.
No es un expediente. Es una persona.
Se parece los policías que le custodiaron, incluso; se parece a los jueces y fiscales sesudos que emiten informes irrebatibles y adoptan decisiones a ciegas e inmutables.
Y quizás, a los de nuestros dirigentes; esos que resuelven sentados en la poltrona, sin pestañear un milímetro, y deciden quién entra al paraíso; y quién va al patíbulo.
El polizón de nacionalidad egipcia interceptado hace apenas un par de semanas por agentes de la sección fiscal y de fronteras de la Guardia Civil en el aeropuerto de Bilbao, que estaba escondido en la bodega de un avión procedente de El Cairo (Egipto), solicitó asilo político en España por motivos religiosos.
Ha sido devuelto a su país; llevado allí a la prisión de máxima seguridad de El Cairo. Está aislado e incomunicado. Por haber pedido asilo, porque en su país no pasa nada y si pasa algo, «no es importante». Y en España pudimos acogerle. ¿Por qué pasan los polis, los jueces, los fiscales…los que se pasan las leyes, reglamentos, plazos, protocolos, directivas, por el arco de triunfo? «Porque no hay pruebas»; y si las hay «no son suficientes». Y si son suficientes «no son verídicas». Y si son verídicas «no son creíbles». Y si son creíbles «no están legalizadas, compulsadas, traducidas y apostilladas».
¿Que cómo sabemos es
...¿Te ha gustado este artículo?
ABOGADOS POR LOCALIDADES
ABOGADOS POR ESPECIALIDADES