Finalmente, a pesar de lo inicialmente planeado en la reforma de pensiones, el Gobierno ha decidido posponer la obligatoriedad de cotización a la Seguridad Social para los becarios hasta enero de 2024.
Esta medida ha sido resultado de las presiones de las universidades y la postergación del Estatuto del Becario. A partir de enero, todos los estudiantes en prácticas, remuneradas o no, deberán cotizar, aunque el Gobierno bonificará estas cuotas entre un 95% y un 97%, reduciendo las aportaciones de los empleadores a menos de 10 euros al mes.
A pesar de las críticas de los sindicatos, que denuncian el riesgo para los derechos de los jóvenes y el incumplimiento de compromisos en el diálogo social, el Ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, logró una cesión importante. Se ampliarán los convenios especiales de dos a cinco años, permitiendo a quienes hayan sido becarios recuperar hasta cinco años de cotización.
Esta extensión beneficia especialmente a los investigadores, siendo los de la rama sanitaria o del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) los más favorecidos. La cotización a la Seguridad Social se presenta como una oportunidad para completar sus carreras y compensar el retraso en su entrada al mercado laboral para fines formativos.
Carlos Bravo, secretario de Protección Social y Políticas Públicas en CC OO, insta al Gobierno a implementar estas medidas de inmediato, destacando que este cambio podría beneficiar a varios cientos de miles de personas, especialmente aquellos que han acumulado años como becarios en el ámbito de la investigación.